7.9.10

Campos magnéticos


Hay cimientos en el olvidado azul,
en aquel cisne y su mar de luz.

Hay cimientos mientras haya injertos de locura.

La pasión risueña se aleja del arnés colgante del final
y la gente advierte la entrada de un principio al hablar.

Cuando un papel vuela
cuelga la libertad de un peldaño.

Cuando la roca se resquebraja
el tiempo pide espacio en la tierra.

Cuando un árbol distrae a un pájaro
el viento pide paciencia.

Son los campos magnéticos,
los que atraen las consecuencias a las causas,
los que bipolarizan un entorno frígido
y atraen del cielo unas llamas.

Unas flamas, nubes rojas a los pies.

Para volar y sentir que somos solo hombres soñando.

El pensamiento no puede distraer al sueño.

Porque si no... si no despertamos.

El destino muere y el origen se deshace en una piedra sobre el árbol de un peldaño.

El papel sigue su curso.

Y nunca para de encontrar el origen del final,
ni el comienzo de su libertad.

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