Nací

Cuando empeze a vivir, me di cuenta que lo que toco no es real, me di cuenta que lo que veo solo existe en mi, me di cuenta que el cielo no es gris, ni azul, ni rosa.

Que los colores no existen para la contemplacion, que los olores son solo sabores sin sal.

Cuando empeze a vivir me crei muerto.

Vole.

Vole por todo el universo.

Tenia los ojos cerrados, todo se sentia, todo se veia, mis ojos no necesitaban estar abiertos.

Estaba envuelto por mi aliento de gloria, entraba y salia de un umbral sin forma, las lagrimas de mis sudorosos dedos se catalizaban, se consumian sin temor a desaparecer.

No era un relato mas, mis palabras ahora se esparcian y se deshidrataban, mis frases ahora alcanzaban un estado cero y critico en la felicidad de amar.

Mi boca se conservaba roja, la sangre de mi cuerpo ardia, estaba hirviendo.

El calor de un nacimiento prematuro me estaba consumiendo en ese instante.

En ese preciso instante salia agua y vapor de mi vientre lucido, engendraba una luz en mi ceguera.

La mente se convulcionaba a cada segundo, los pensamientos se ahogaban en la belleza de un destino desconocido.

Toda estructura en mi, caia para siempre, para jamas levantarse.

Mi cuerpo desnudo era un instrumento de la paz del mar, una espada forjada de la fuerza de un volcan.

Estaba por nacer.

Mi madre cantaba opera en la noche, los arboles se sacudian con su voz, la luna danzaba a su lado, la noche brillaba, era dia y noche a la vez.

Las aves nocturnas arrullaban el tiempo.

Habia una quietud inmensa que levantaba mis ojos, que sacudia mi mirada hacia la totalidad del vacio.

Estaba por nacer.

Mi piel gritaba por ser conocida, mi corazon palpitaba por estar sumergido en la saliva de la eternidad.

Estaba por nacer.

Mi mano toco el cielo.

Se rompio la fuente que me ligaba a las aguas de la confusion.

Estaba ahi y no lo podia creer.

No era una luz, ni un horizonte sutil.

Era yo.

Yo estaba ahi.

Ahi me vi.

Ahi me reconoci.

Todo era uniforme, en la nada encontre mi refugio.

Ahi estaba yo, en un espacio neutro, flotando inocentemente con la forma de un feto y la cara de un sol amaneciendo.

Estaba dando luz a mi esencia traslucida, estaba dando luz al objeto inanimado que nunca pense ver.

Me estaba dando luz a mi mismo.

Al reflejo de mi voz.