Que tiempo tan incongruente con la luna
pero que belleza tan melodica con el cielo.
Me hacen conversar ( por su dispariedad ) con esos primeros escritos en mi recamara alada
por las repentinas y taciturnas madrugadas del corazon
que se hacian observar como oceanos simbolicos y meditativos.
Algo idilicos, transmutados en odiseas intangibles para mi.
La luna exhibicionista conmigo
o yo voyeurista con la luna
Distancia que se hace un minimalismo autonomo de cualquier sensacion paranoica y acostumbrada.
Prefacio poetico que repentinamente acaba con dos puntos despues de haberme descrito en total silencio y sensatez.
Cuestion inverosimil parecida a la existencia.
Y aun mas
que el paisaje vuela acostumbrado sin declamarme porque.
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